Los concursos de acreedores son una de las situaciones complicadas que puedes gestionar con la ayuda de un abogado concursal en Oviedo. Siempre son un trago y es una buena noticia que hayan bajado, según los datos de los últimos meses.

Es un buen número, cerca del 20% de concursos de acreedores menos. Sin embargo, la bajada, a primera vista espectacular, no es tan halagüeña. En 2013, hace tan solo cuatro años, se alcanzó el récord, más de 9000 concursos, y no parece probable que volvamos a encontrarnos pronto con la situación saneada anterior a la crisis.

La parte positiva, porque hay que encontrar alguna, del estallido de la burbuja, tan marcada en nuestro país por las industrias de la construcción y la inmobiliaria, es que para parar la sangría la Ley Concursal se reformó para hacer más fácil a las empresas la vuelta a la actividad viable tras tener que llamar a un abogado concursal en Oviedo.

Sigue habiendo muchos negocios que echan el cierre sin acudir al concurso de acreedores, ahogadas por la insolvencia, con más problemas de crédito que hace unos años, a pesar de que el concurso podría salvarlos contribuyendo a la conservación del tejido empresarial que tan importante resulta para una economía en recuperación.

Un dato preocupante es que una de cada cinco de las empresas que quebraron en 2016 eran antiguas, de más de 20 años.

Tanto si estás planteándote un concurso de acreedores voluntario como si es uno necesario, Lydia García, Abogada y su equipo pueden asesorarte.